isabel acosta climent

Esta obra es un viaje, una “road movie, pero en teatro. Mario es un camionero que por motivos de trabajo, viaja a Lisboa. En el camino recoge a Ander, un músico que va a Ayamonte, a participar en un concurso amateur de fados. Comienza así un viaje de dos días, una gran nevada les deja atrapados en Castilla. Esta obra nos hará reflexionar sobre las nuevas masculinidades; idea reforzada por la gama cromática elegida.

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Las necesidades escenográficas se basaban en diseñar un camión frigorífico versátil que permitiera ir recreando diferentes espacios y situaciones (gasolinera, bar de carretera...) Se plantean dos volúmenes: la cabina y la cámara frigorífica. La cabina es un elemento móvil que los actores van desplazando por escena; la cámara frigorífica tiene diferentes cerramientos que dan juego: ventana, puerta y cortina semitranslúcida.

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La escenografía se materializa jugando con la abstracción y la realidad. El volumen de la cabina y la cámara queda "dibujado" de forma sintética mediante una estructura de aluminio. A dicha estructura se le adhieren partes opacas y elementos reales de un camión: volante, focos, retrovisores...